Están ustedes invitados a un lugar reservado al sigilo. Al detenimiento. Les propongo traspasar el descanso de una hora, con una aguja cimentada en hielo. Crear un espacio para ese frío que se queda a veces en el yacimiento de un impulso, en el estante de las palabras nunca dichas.
Os espero.Siempre,
Mamen Somar
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